Resumen:
La inclusión del ajedrez como una herramienta educativa en el programa de
educación física, deporte y recreación puede tener múltiples beneficios en el desarrollo
cognitivo, emocional y social de los estudiantes. Al introducir un deporte no convencional
como el ajedrez, se puede despertar el interés de los estudiantes y mejorar su capacidad de
concentración, memoria y análisis. Además, el juego del ajedrez fomenta la habilidad de
razonar antes de actuar, ya que cada movimiento requiere una estrategia previa y una
anticipación de los movimientos del oponente. A medida que los estudiantes se van
familiarizando con el juego y mejorando sus habilidades, su autoestima y confianza se van
incrementando. Esto puede ser especialmente beneficioso para aquellos estudiantes que no
tienen éxito en otros deportes más convencionales. El ajedrez también promueve la
resolución de problemas y la planificación, habilidades que son importantes en la vida
cotidiana. Además, el juego del ajedrez puede ayudar a mejorar las relaciones sociales de
los estudiantes. Al jugar juntos y enfrentarse a retos comunes, se fomenta el trabajo en
equipo, la empatía y la aceptación de las reglas.