Resumen:
El presente trabajo explora el papel del docente en el desarrollo de la autonomía de los
niños en la educación inicial, destacando la relevancia de esta etapa para la formación
integral del individuo. El objetivo central es analizar cómo las estrategias pedagógicas
implementadas por los docentes, en conjunto con la colaboración de las familias, contribuyen al fortalecimiento de competencias autónomas en los niños. La metodología
empleada tiene un enfoque cualitativo-descriptivo, basado en la revisión crítica de investigaciones previas y en la sistematización de experiencias pedagógicas significativas. Entre los hallazgos más relevantes, se destaca que la intervención docente, cuando es cuidadosamente planificada y orientada hacia el aprendizaje significativo, favorece el desarrollo de habilidades fundamentales como la autorregulación, la toma de decisiones y el pensamiento crítico. Asimismo, se observa que una interacción efectiva entre la escuela y la familia potencia la autonomía infantil, especialmente cuando se promueven entornos colaborativos que refuercen valores como la independencia y la responsabilidad. No obstante, persisten retos relacionados con la implementación de estrategias pedagógicas eficaces y con las brechas que surgen debido a las diferencias en la formación y los recursos disponibles entre docentes y familias. En cuanto a las conclusiones, se subraya que el desarrollo de la autonomía en la educación inicial exige un enfoque integral, donde el docente asuma el rol de facilitador y guía en la construcción de aprendizajes significativos. Además, se considera indispensable una colaboración estrecha con las familias para complementar el trabajo en el aula y lograr un impacto positivo en el desarrollo infantil.