Resumen:
La propuesta en cuestión busca exponer cómo el teatro, implementado en la educación
inicial, constituye un valioso recurso que contribuye significativamente al desarrollo infantil.
A través de esta disciplina artística, se fomenta en los niños el fortalecimiento de habilidades
tales como la expresión verbal y emocional, así como el fomento de la creatividad, la
motricidad y el espíritu de colaboración. Además, el teatro emerge como una herramienta
pedagógica esencial para los educadores, facilitando un aprendizaje natural y experiencial
en los alumnos. Mediante actividades teatrales, se brinda a los niños la oportunidad de
explorar distintos contextos, dramatizar narrativas y asumir diversos roles de manera
espontánea, lo que no solo enriquece su sentido de libertad, sino que también estimula su
motivación por aprender. Al integrar el teatro dentro de la estructura curricular, se potencian
las capacidades de los estudiantes, transformando el aula en un escenario dinámico que
favorece la asimilación interdisciplinaria de contenidos. De este modo, el teatro se revela
como un pilar fundamental para la educación integral, promoviendo un entorno de
aprendizaje enriquecedor y diverso que prepara a los niños para interactuar de manera
creativa y efectiva en su entorno.