Abstract:
La psicomotricidad aporta importantes beneficios como la relación del niño con
su entorno, a través de sus experiencias, el dominio del movimiento corporal, la
mejora de la atención, concentración y la creatividad. La psicomotricidad es un
instrumento de apoyo en este proceso, ya que desarrolla aspectos motor, afectivos y
psicosocial.
Hablar de psicomotricidad fina, es referirnos a la serie de movimientos muy
precisos y detallados que realiza un niño, y que tiene como objetivo adquirir destrezas
y habilidades en los movimientos donde va a utilizar de manera paralela el ojo, mano
y dedos, los cuales permitirán realizar actividades como : rasgar, embolilla, cortar,
pintar, colorear, enhebrar, punzar, moldear, dibujar facilitando la grafomotricidad, que
es el preámbulo a la escritura.
Como consecuencia del proceso de la psicomotricidad, el pequeño a partir de los
4 años edad, etapa en que se encuentra en educación inicial, adquiere movimientos
más coordinados y precisos, un buen equilibrio, así como el control de sus
movimientos finos, los cuales son más precisos, esto gracias a la maduración
neurológica y física adquiridos los años anteriores, y que van a permitir obrar con
destreza en el manejo del lápiz, tijeras, agujas, pincel, etc.