Resumen:
El uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en la educación ha transformado significativamente las dinámicas de enseñanza y aprendizaje en diferentes contextos educativos, especialmente en la gestión educativa. Diversos estudios internacionales y nacionales evidencian que facilitan la interacción entre docentes y estudiantes, optimizan procesos educativos y fomentan competencias digitales en los involucrados. Sin embargo, también destacan desafíos relacionados con la capacitación docente, la infraestructura tecnológica y la implementación de políticas institucionales efectivas. Investigaciones como la de Rincón (2016) resaltan la importancia de una gestión educativa integral basada en modelos de calidad. Araúz (2020) analiza los retos de la educación virtualizada, subrayando la necesidad de competencias digitales y estrategias tecnológicas. López (2018) y Matos (2021) exploran la influencia de las TIC en la gestión institucional y su relación con el proceso educativo, encontrando una correlación positiva entre una adecuada gestión y el uso eficaz de las TIC. En el ámbito pedagógico, la integración de las TIC requiere estrategias planificadas, enseñanza adaptada al ritmo de los estudiantes y plataformas educativas accesibles. Sin embargo, en contextos como Huaycán, factores socioeconómicos y culturales limitan el aprovechamiento pleno de estas herramientas, destacando la necesidad de un diagnóstico específico y una participación activa de los estudiantes en la gestión educativa. En conclusión, las TIC son un recurso indispensable, pero su impacto positivo depende de una gestión eficiente y de la capacitación constante de todos los actores educativos.