Resumen:
Quedaron atrás los modelos de docentes verticalistas, que intentan establecer orden y
disciplina, basados en estrategias obsoletas en las cuales prevalece la imposición de normas o
pautas de conducta que los estudiantes practican en forma mecánica. Una situación de caos en
el aula, dificulta el aprendizaje y muchas veces genera conflictos innecesarios, siendo muy
relevante plantear estrategias donde la construcción de los aprendizajes vaya de la mano con la
práctica de hábitos para una mejor convivencia. Ante situaciones que generan caos y conflicto
en el aula, el docente debe facilitar los mecanismos necesarios para lograr que el estudiante
reflexione sobre su actuar y proponga los acuerdos o normas que les permitirá vivir en un clima
de armonía y respeto.