Resumen:
A lo largo del siglo XX se han producido grandes cambios en la pedagogía,
las investigaciones psicológicas, sociológicas y neurológicas han aportado
sobre los mecanismos de aprendizaje infantil y han señalado las nefastas
consecuencias si los niños no son atendidos, bajo “ciertas condiciones”.
Esto ha motivado un replanteamiento en la organización de los espacios
escolares, revisión de las estrategias situadas y la profundización de las
interacciones las que deben ser de calidad y bidireccionales.
De este análisis se destaca el acompañamiento del adulto durante los
momentos de cuidado; las interacciones a partir de diálogos, conversaciones y
comentarios desde el interés del propio niño y su profundidad aportarían a que
estas interacciones sean de calidad.