Resumen:
La propuesta de ubicar el cuento y su intencional narración, no solamente resulta
ser pertinente, sino que genera nuevas y variadas posibilidades, tanto al docente como
a los niños. El cuento como recurso y estrategia afina la voz de quien lo comparte, el
oído de quien lo degusta y amplía los horizontes de conocimiento con los que ambos
miran, piensan y sienten el mundo.
El cuento como estrategia, ayuda a formar en valores, genera estados de
contemplación y conciencia, incrementa los niveles de escucha, origina vínculos con
la tradición, potencia la imaginación, enseña a pensar intuitivamente, provee de
preguntas y nos recuerda, mientras nos vincula con el futuro, que lo más humano en el
hombre, puede decirse en lógicas narrativas.