Resumen:
La investigación tiene por objetivo determinar el impacto de la inversión extranjera directa en el crecimiento económico del Perú, periodo 2000-2016. La investigación es cuantitativa, descriptiva correlacional, no experimental. La muestra estuvo compuesta por el registro histórico de los Flujos de Inversión Extranjera Directa y el Crecimiento Económico del Perú, 2000 al 2016. Se analizó la evolución de los flujos de IED global y según los sectores económicos, así como el análisis respectivo de la variación del Producto Interno Bruto en el Perú. La relación de las variables se efectuó recurriendo a software especializado. El análisis fue realizado mediante un modelo estadístico de regresión lineal, a fin de determinar la elasticidad del Producto Bruto Interno y/o sus componentes, ante variaciones en la Inversión Extranjera Directa, durante el periodo de estudio. Se concluye que: 1. El impacto de la IED en el Crecimiento Económico en el Perú durante el periodo 2000 – 2016 es positivo y las cifras nos permiten contrastar la hipótesis general; 2. El impacto de la IED para el sector minería ha sido positivo, se ha focalizado en zona de sierra; 3. El impacto de la IED en el sector manufactura ha oscilado entre el 12 a 19% del total, concentrándose este sector en la costa peruana; en el sector Comunicaciones la proporción ha oscilado entre 17% a 38% del total de IED; en el sector agroindustrial ha sido apenas del 0.19% a 0.36% del total de IED; 4. En el sector finanzas la IED ha representado una proporción entre 13% y 21% del total de IED, en energía la IED representa entre el 10% al 13%,; y, en el sector comercio, la IED ha fluctuado entre 3% a 5%; 5. El comportamiento entre la IED y el PBI presenta una relación directa puesto que la IED ha representado entre el 12% al 26% del PBI durante el periodo de 2000 a 2016; 6. El impacto de la IED ha influido en el PBI, el gasto social que el gobierno ha destinado, ha crecido en consonancia con el crecimiento evidenciado, asimismo, cifras sociales de pobreza y extrema pobreza ha decrecido significativamente, así como el repunte del empleo, lo que ha conllevado a un mejor nivel de vida de la población.