Resumen:
Los problemas de educación centrados en aprendices conllevan a despreocuparse de
quienes educan. Atenderlos con “capacitación” lo olvida como humano y lo hace un
simple “facilitador de cosas”, obligado a atender a otro, o estar atento si ese otro necesita
algo así no se lo pida.
El desgaste obliga poner atención a los diferentes factores externos e internos
(personales), actuando en contra del buen desempeño, vocación y todo lo que representa;
ya que lo ha debilitado, cayendo en desgano, rutina, ocio, facilismo, Etc.
Identificados tales factores, hay que liderar acciones desde la institución educativa
hasta el Ministerio de Educación. Caso contrario, la desgastada figura del docente no será
revalorada sino terminará por desfigurarse.